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Asamblea de Mujeres Clara Campoamor, el rostro de la igualdad en La Zubia
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El pasado mes de abril, y después de 37 años consecutivos, volvió a tener lugar la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor. En esta ocasión no fue una Asamblea cualquiera más. Fue un acto de despedida de un ciclo y de una generación de mujeres que han labrado el camino de la igualdad en La Zubia. En un amplio reportaje, hablamos con Ángeles Sánchez Hernández, Charo Martín Díaz, Angelina Garzón Fernández y Mari Carmen Díaz Hernández, algunas de las mujeres de la Asamblea Clara Campoamor. |
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En el acto completo hasta la bandera, celebrado en el Centro Cultural Carlos Cano de La Zubia se expresó un legítimo reconocimiento y admiración a las mujeres que, durante casi 40 años, se han encargado de regar las semillas de la igualdad en el municipio granadino.
Se cierra así una etapa generosa, amable, respetuosa y reivindicativa y se da el testigo a otras generaciones para que sigan abanderando la lucha por la igualdad y sigan velando por una convivencia en la que nadie quede atrás. Las mujeres que han hecho historia al frente de la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor dejan un impresionante y generoso legado a quienes asuman ahora las riendas de este movimiento que ha hecho de la igualdad su dádiva, con un discurso y su fuerza que han llevado a casi cualquier punto del territorio español.

Se despiden de la primera línea de acción, pero no se irán del todo. Charo Martín Díaz habla en nombre de una Asamblea por la que han pasado casi dos centenares de mujeres que han hecho historia. Albaicinera de nacimiento, Charo Martín, que llegó a La Zubia en los años 90, explica que los orígenes de la Asamblea se remontan al año 1987, tras la celebración de unas jornadas que se hicieron dentro de la mancomunidad del Río Monachil. Toman su nombre, como no puede ser de otra forma, de un referente de la igualdad, de la lucha feminista y de la reivindicación de los derechos de las mujeres, Clara Campoamor, la mujer que luchó y consiguió el voto femenino.

Durante 37 años intensos de vida y actividad, la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor, ha trabajado, entre otros, por y para:
- La promoción, el desarrollo y la emancipación de la mujer.
- La obtención de la igualdad social, jurídica y laboral de la mujer.
- La promoción integral de la mujer.
- El análisis, el estudio y la orientación en todos los aspectos y cuestiones relacionadas con las mujeres.
- Formación.
- Acciones y cooperación internacional.
Durante sus intensos años de vida y cruciales aportaciones al feminismo y a la igualdad, estas han sido las líneas directrices de actuación. Y en este sentido, explica Charo Martín “a lo largo de nuestra historia, hemos hecho infinidad de formaciones de las más diversas temáticas. Y que van desde aquellos primeros cursos en mecánica del automóvil para mujeres, hasta el lenguaje de signos o la sexualidad, la promoción de la salud o la risoterapia”.

Desde la Asociación, también se han promovido importantes encuentros como la “Semana de la mujer”, en la que se imparten interesantísimas charlas. Con la Asamblea de Mujeres, hemos recorrido casi todo el país con nuestras reivindicaciones e informando de nuestro trabajo; y hemos visitado los parlamentos de las Comunidades Autónomas de todo el país. “Nos hemos reunido también con asociaciones de mujeres de cada uno de los sitios, nos hemos puesto de acuerdo, nos hemos relacionado con todo tipo de personas y colectivos mientras tomábamos un café y siempre hemos sido bien recibidas”, explica.
Por su parte, Mari Carmen Díaz Hernández, la todavía secretaria de la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor, explica que si bien, en la Asamblea constan casi 200 personas, el día a día, lo han llevado entre 30 y 40 mujeres. Aunque últimamente se reunían menos, unas 25, lo normal ha sido funcionar con la conformación de comisiones que se han encargado de preparar tanto las charlas como su contenido. “Hemos abordado todos los temas que se nos han ocurrido”, concluye Mari Carmen Díaz.
“Mano en alto -explica la secretaria de la Asamblea- se formaba una comisión de unas 6-7 mujeres que se encargase de la actuación desde el principio hasta el final. Desde la planificación, organización y diseño hasta el contacto con los ponentes y la concertación de los espacio”.

Además de las charlas y las ‘Semanas de la mujer’, desde la Asamblea se ha emprendido otras acciones de impacto como las ‘semanas de cine’. Con un total de 35 ediciones, “cada semana elegíamos 5 películas con temática de igualdad y feminismo. Las veíamos para validar que fueran acordes con nuestra misión de reivindicación, divulgación y concienciación y que, además, por dura que fuese, siempre tuviese un final esperanzador”. La esperanza siempre ha sido otro de los rasgos de identidad y actuación de la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor.
Desde la Asamblea, también se han llevado a cabo certámenes literarios por la igualdad, que han hecho posible la edición de cuatro libros. Otra de sus más importantes líneas de actuación ha sido el teatro. “Sin dirección y sin nada. Pura creación colectiva”, indica Charo Martín, que añade que, por sus actuaciones, recibieron el premio Meridiana.
El teatro, explica otra de las mujeres de la Asamblea Clara Campoamor, Angelina Garzón Fernández, ha sido una de sus experiencias más gratificantes. “Para mujeres como yo, que trabajaban y tenían niños pequeños, era una verdadera liberación. Irme ese día a inventar y crear a partir de una idea que iba tomando forma con la aportación de todas nosotras, siempre buscando la igualdad, ha sido una verdadera terapia para muchas de nosotras”.
Su activo papel de cooperación internacional, ha sido otra de sus más importantes líneas estratégicas. Y, en este sentido, explican “nosotras poníamos una caseta en la feria de La Zubia. Con el dinero recaudado, ha sido posible incidir también en territorios de ámbito internacional como Guatemala, África o Cuba. Doce años de casetas, que, entre otros, nos ha permitido intercambios con países como Cuba, gracias al que 20 mujeres del personal sanitario cubano pudieron intercambiarse con otra veintena de mujeres de nuestro territorio”.
La reivindicación de la igualdad, más vigente que nunca
Preguntadas por su opinión respecto del momento en el que estamos, Charo Martín, opina que, en su opinión, “la gente joven no tiene sensación de que las mujeres vivamos en desigualdad. Parece que no nos damos cuenta de que las mujeres seguimos cobrando menos que los hombres; de que sigue habiendo un techo de cristal”.

“Quizá no hemos sabido transmitir todo esto a las nuevas generaciones. Actualmente, se piensa que porque las mujeres ya estudian y trabajan ya no hay desigualdad. Y sin embargo, no nos damos cuenta de que seguimos cuidando las casas, a los hijos, y, además, trabajando. Hay que seguir haciendo hincapié porque las historias que no se cuentan no existen”. Es cierto que “hemos avanzado mucho, porque antes no te podías abrir una cuenta bancaria, no podías sacarte el carnet de conducir si no te lo firmaba tu marido o tu padre. Y para la gente joven, todo esto es como si hubiera venido del cielo. Ya se lo han encontrado hecho”. “Hay gente -concluye- que cree que los derechos humanos vienen cuando nacemos. Y no es así, todos los hemos luchado, hasta conseguirlos. Es momento de seguir defendiendo lo que tanto nos ha costado conseguir”.
Tejedoras de paz
Aunque no tiene por qué, la historia de muchas de las mujeres que han conformado la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor, está también vinculada al célebre telar de La Zubia. Mujeres telaras, que, adelantadas a su tiempo, hicieron del oficio, una forma de estar en el mundo. Más igualitaria, con mayor capacidad de emancipación y, sobre todo, con una red de vínculos vigente aún en su memoria.
La historia de Las Telaras es la historia de La Zubia y de su crecimiento social y económico. La historia de tantas y tantas mujeres que han tejido esa(s) historia(s) que hoy son visibles en lugares emblemáticos como el Teatro Real de Madrid. Con su legado y su trabajo, estas mujeres no solo han hecho del feminismo y de la igualdad real su causa, sino que han reivindicado la autoría de su trabajo. “Un día -recuerda Angelina Garzón, mirándose unos dedos visiblemente marcados con la huella de su trabajo- fuimos con la Asamblea Clara Campoamor, al Teatro Real de Madrid a conocer, entre otros, las alfombras. En la visita, la guía mostró unos telares procedentes, según ella, de la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Las Telaras de La Zubia apreciamos que aquel trabajo era nuestro y no de la Fábrica de Tapices. Conocíamos tanto nuestro trabajo, que sabíamos incluso de sus pequeños errores. Naturalmente se lo dijimos y, sorprendida, nos dejó hacernos fotos con el fruto de nuestro trabajo”.

El telar se convirtió en uno de los más importantes motores de crecimiento económico y de la vida del pueblo. De pronto, en esta Zubia, que, como tantos otros, vivía como un municipio rural, empezó a transformarse y a acoger un buen número de comercios y negocios. Hubo hasta 300 mujeres trabajando, afirma Garzón.
En la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor, “siempre hemos reivindicado que la historia de las Telaras no se perdiera”.
Aunque aún no han concluido del todo el relevo, las mujeres que han hecho de la historia de la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor su propia historia, saben que las reivindicaciones de las mujeres que las sucedan serán otras. Y aunque la sociedad parece estar experimentando cierto retroceso en las políticas de igualdad, sus reivindicaciones y su lucha serán las propias de este momento, el siglo XXI. Ellas, tras 37 años escribiendo la historia de la igualdad de La Zubia, no se van. Solo dan un paso a un lado para que las mujeres más jóvenes sigan escribiendo el guion de esta lucha y reivindicación por la igualdad. Ahora, más necesaria que nunca.
Reportaje Raquel Paiz
Reportaje fotográfico: Raquel Paiz y Laura Jiménez
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