Las buenas prácticas son actuaciones o experiencias que se pueden desarrollar en ámbitos variados, tanto en el empresarial o el de políticas públicas, y que muestran resultados positivos respecto a sus objetivos iniciales. Se trata de un tipo de conocimiento adquirido tras una experiencia en la que su diseño e implementación ha sido útil para poder realizar una transferencia potencialmente exitosa a otros contextos.